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jueves, 1 de octubre de 2015

1 de octubre de 1946 - Sentencia en Nuremberg

El juicio que se llevó a cabo en el palacio de Justicia de Nuremberg fue uno de los más importantes de la historia, ya que se juzgaba a los principales culpables de crímenes que atentaban contra la humanidad, la paz y, sobre todo, crímenes de guerra. En dicho juicio se trataba de juzgar a la cúpula más alta de la jerarquía nazi. Este hecho no llego a producirse debido a que muchos de los pesos pesados de la Alemania nazi se suicidaron antes del juicio (algunos ejemplos son Heinrich Himmler, Goebbels y Hitler). El único que llego con vida al juicio de Nuremberg fue Hermann Goering Mariscal del Reich. Este juicio pasó a la historia como el fin de la barbarie humana y el comienzo de una fuerte paz futura basada en un orden internacional que no permitiese la repetición de los hechos vividos durante la segunda guerra mundial.

Debido a todos estos hechos, el proceso de Nuremberg es un acontecimiento histórico digno de ser recordado por la humanidad debido a su grandiosa importancia en la sociedad actual. Por este motivo intentaremos tratarlo de forma clara y precisa describiendo las causas del juicio de Nuremberg, como los acusados, sentencia, ejecución....

Empezaremos situando los antecedentes del juicio de Nuremberg en el vacío legal existente en aquella época con respecto a juzgar a los mandatarios de países soberanos que declaran la guerra al mundo sin causa justificada. En aquella época los dirigentes de un país solo debían rendir cuentas con los tribunales de sus países por lo que los dirigentes alemanes juzgados solo debían ser castigados por los tribunales alemanes. Este era un hecho incomprensible ya que una de las características de la Alemania nazi era el control absoluto sobre todas las instituciones del país por lo que un juicio en contra de éstos era, cuanto menos, una auténtica farsa.

El procesamiento de los culpables empezó en Berlín el 18 de Octubre de 1945 pero esta sesión fue una mera sesión inicial ya que el grueso del juicio se celebró entre el 20 de Noviembre de 1945 y el 1 de Octubre de 1946 en el palacio de justicia de Nuremberg. Durante este tiempo pocos altos cargos nazis fueron capturados y juzgados debido a los numerosos suicidios entre los cargos nazis (como los de Himmler, Goebbles y Hitler).

Muchas fueron las voces que se alzaron en contra de la elección de Nuremberg como sede para este hecho trascendental pero, debida a la precaria situación de Berlín (no tenía edificios preparados para albergar acontecimientos de esta índole) y la posesión de Nuremberg de un gran palacio de justicia, se optó por esta opción ya que Nuremberg ofrecía un centro penitenciario próximo al palacio por lo que todos los traslados eran seguros y, de esa forma, se podía mantener el aislamiento de los dirigentes nazis. Para ello se citaron los cargos de los que se acusaban a los dirigentes nazis. Dichos cargos eran los siguientes:
  1. Crímenes contra la paz: aquellos por lo que se violan los tratados internacionales o favorecen el ataque sin justificación contra otra nación.
  2. Crímenes contra la humanidad: planificación, ejecución o participación en exterminios y genocidios.
  3. Crímenes de guerra: incumplimiento de las leyes o convenios internacionales sobre la guerra.
  4. Conspiración.

Los acusados:

  • Dönitz Karl: Gran almirante, constituyó un 'Gobierno Administrativo del Imperio' al morir Hitler el 2 de mayo de 1945. Fue acusado de 1,2 y 3.
  • Frank, Hans; nacido en 1900, abogado. Fue gobernador de Polonia a partir de 1939. Se le acusó de 1,3 y 4
  • Frick, Wilhelm; nacido en 1877; Ministro de Asuntos Interiores del Imperio. Acusado por 1, 2,3 y 4.
  • Fritzsche, Hans: nacido en 1900; periodista; director de las Fuerzas de Inteligencia dentro del Departamento de Prensa del Ministerio de Propaganda. En cierta forma, fue acusado en sustitución de Goebbels, quien se había suicidado. Fue acusado por 1,3 y 4.
  • Funk, Walter; nacido en 1890; periodista en economía. Ministro de Economía y a partir de 1939 Presidente del Banco del Imperio. Se le acusó por 1,2,3 y 4
  • Goering, Hermann; nació en 1893. Creó en su función de Ministro de Asuntos Interiores de Prussia la 'Policía Secreta Estatal', la cual más tarde resultaría en la GESTAPO. A partir de 1936 movilizó al sector económico para el re-armamento de la nación. Se le acusó por 1,2,3 y 4
  • Hess, Rudolf; nacido en 1894. Fue sustituto de Hitler en el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores a partir de 1933. En 1941 voló a Escocia en una misión que nunca pudo aclararse (ver "El último prisionero") y fue internado en ese país. Se le acusó por 1,2,3 y 4.
  • Jodl, Alfred; nacido en 1890. Mariscal. Jefe de la Administración y Dirección Militar y consejero de Hitler en asuntos estratégicos y cuestiones operacionales. Fue acusado por los cargos 1,2,3 y 4.
  • Kaltenbrunner, Ernst; nacido en 1903; Abogado. Jefe de la Policía Secreta y de la Oficina Central Imperial de Seguridad. Acusado por 1,3 y 4.
  • Keitel, Wilhelm, nacido en 1882. Jefe del Alto Mando del Ejército Alemán. Se le acusó por 1,2,3 y 4.
  • Ley, Robert, nacido en 1890. Ing. Químico. Anuló en 1933 los sindicatos libres y a partir de entonces dirigió -basándose estrictamente en su ideología- el Frente de Trabajadores Alemanes (Deutsche Arbeitsfront). Fue acusado por los cargos 1,2, 3 y 4. (se suicidó antes de la condena)
  • Neurath, Konstantin; nacido en 1873. Miembro del Cuerpo Diplomático a partir de 1908. Desde marzo de 1939 a 1943 (cesado desde 1941). Fue Vicario Imperial de Bohemia y Moravia. Fue acusado por 1,2,3 y 4 
  • Papen, Franz von; nacido en 1879. Vicecanciller en el primer consejo de ministros de Hitler en 1933. Más tarde fue embajador en Viena y Ankara. Fue acusado por 1 y 2.
  • Raeder, Erich; Gran almirante. nacido en 1876. Fue Comandante en Jefe de la Marina de Guerra desde 1943. Se le acusó por 1,2 y 3.
  • Ribbentrop, Joachim von; nacido en 1893. Comerciante. Ministro de Asuntos Exteriores del Imperio de 1938 a 1945. Acusado por 1,2,3 y 4.
  • Rosenberg, Alfred; nacido en 1893. Ministro Imperial de los Territorios Ocupados del Este a partir de 1941. Se le acusó por 1,2,3 y 4.
  • Sauckel, Fritz: nacido en 1894. A partir de 1942 fue apoderado general de Hitler para los Servicios de Trabajo, y como tal, responsable de haber sometido a trabajos forzados en Alemania a más de 5 millones de hombres y mujeres de los territorios ocupados. Acusado por 1,2,3 y 4.
  • Schacht, Horace Greely Hjalmar. Nacido en 1877. Banquero. Presidente del Banco Imperial Alemán y Ministro de Economía. A partir de 1944 en el campo de concentración de Flossenbuerg. Acusado por 1 y 2.
  • Schirach, Baldur von; nacido en 1907. Jefe de la Juventud del Imperio y (a partir de 1940) jefe de distrito de Viena. Acusado por 1 y 4.
  • Seyss-Inquart, Arthur; nacido en 1892. Abogado. De 1940 a 1945 fue Comisario Imperial para los Territorios Holandeses Ocupados. Acusado por 1,2,3 y 4.
  • Speer, Albert; nacido en 1905. Arquitecto. Inspector General de Construcciones de Berlín a partir de 1937. A partir de 1942 a 1945 Ministro Imperial de Armamento y Munición. Acusado por 1,2,3 y 4
  • Streicher, Julius; nacido en 1885. Maestro de educación escolar básica. Fue el fundador, en 1923, de la revista juvenil "Der Stuermer" ('Al Asalto'), la cual tenía como fin la agitación antisemita. Propietario y editor de tal publicación hasta 1945, aún luego de ser destituido como jefe de distrito de Franconia en 1940. Fue acusado por 1 y 4
  • Krupp von Bohlen und Halbach, Gustav; nacido en 1870. Acusado como representante de la industria bélica y pesada alemana por 1,2,3 y 4. (proceso suspendido antes de la condena)

El Juicio

Con todo esto, los acusados empezaban a ser juzgados. El juicio se basó en una lista de 24 de donde los únicos jerarcas presentes eran Goering (marcado por el tribunal como "lider de una guerra de agresión y creador del programa de persecución contra los judíos") y Rudolph Hess (Hess intentó aparentar una locura para no formar parte de los juzgados). Basó su locura en sonrisas sin justificación, garabatos en el banquillos... pero cuando estaba a punto de terminar mostró cordura al referirse a Hitler como el hombre más importante que había nacido en Alemania en los últimos 1000 años y del cual no se arrepentía haberle servido.

Mientras Hess basaba su defensa en la locura, Goering defendía la memoria de Hitler ya que consideraba que fue digna de admiración. En Nuremberg todos los miembros del nacionalsocialismo imputados culpaban a Hitler como la persona que mandaba las órdenes que todos debían ejecutar. Ante tal acto de cobardía Goering se levantó indignado con sus compatriotas y dijo
"como me hubiese gustado que los alemanes aquí presentes hubiesen limitado su defensa a tres palabras: chúpame el culo". 
Goering demostró la mayor de las fidelidades hacia Hitler incluso en una situación límite como era aquella. Goering nunca mostró arrepentimiento alguno ya que estaba convencido de que sus actos eran por el bien de la humanidad. El único momento donde mostró un poco de corazón fue cuando al mostrarle las atrocidades hechas por los nazis en los campos de concentración optó por bajar la mirada ante la dureza de las imágenes.

Cabe destacar la actitud cobarde y patética del resto de prisioneros entre los que citaremos algunos y sus alegaciones:
  • Ribbentropp: soberbia hecha persona. Capaz de arrastrarse hasta el final con la finalidad de intentar salvar su cuello.
  • Hess: decía no recordar nada de los sucedido los años anteriores. Alegaba locura en su defensa.
  • Kaltembrunner: se consideraba una víctima de Himmler.
  • Keitel: su defensa la basaba en que el cumplía órdenes por lo que no era culpable de nada.
  • Albert Speer: único junto a Göring que no se escondió y asumió su culpa contestando de forma digna como decía que debían hacerlo los alemanes.

La sentencia

Tras la exposición por parte de la acusación y la defensa de todos los alegatos, el tribunal de Nuremberg dictó sentencia tras 216 sesiones de juicio el 1 de Octubre de 1946. En dicha sentencia se encontraron culpables a 19 de los 22 imputados. Las condenas fueron las siguientes:
  • Hess, Raeder y Funk: cadena perpetua.
  • Speer y Schirach: condenados a veinte años de prisión.
  • Neurath: quince años.
  • Doenitz: diez años.
  • Göring, Ribbentrop, Keitel, Kaltenbrunner, Rosenberg, Frank, Frick, Streicher, Seyss-Inquart, Sauckel, Jodl, Bormann: condenados a la pena de muerte en la horca, este último en ausencia. (Goering escapó a la horca ya que, como otros muchos militares alemanes, Hermann Göring consiguió suicidarse debido a la ingestión de veneno el día 15 de octubre de 1946, pocas horas antes de su ejecución. Su petición, como la de Keitel, de ser fusilados como militares habían sido rechazadas).
El 28 de febrero de 1953, Alfred Jodl fue rehabilitado a título póstumo por un tribunal de desnazificación, que lo declaró NO CULPABLE de crímenes contra el derecho internacional. 
  • Schacht, Fritzsche y Von Papen: el tribunal los absolvió tras no encontrar pruebas contra ellos
  • Krupp: Aunque fue capturado para ser juzgado en Nuremberg, su postración y senilidad impidieron el procesamiento.
  • Ley: En agosto de 1945 fue trasladado para ser encausado en los Juicios de Nuremberg fue acusado de crímenes de guerra, pero se suicidó antes de ser juzgado ahorcándose con una toalla húmeda atada a la cisterna de un retrete.

Cumplimiento de las penas

Los condenados a muerte fueron ejecutados el 16 de octubre de 1946, por vía de ahorcamiento. Los condenados a cadena perpetua cumplieron su pena en la Prisión de Spandau, hasta la muerte del último de ellos, Rudolf Hess, en 1987. De todos los condenados a penas de cárcel, sólo cuatro las cumplieron a cabalidad, ya que Neurath (en 1954), Raeder (en 1955) y Funk (en 1957) fueron liberados. Durante más de 20 años el único ocupante fue Hess (ver "El último prisionero"), después de la liberación de Speer en 1966.


Controversia

"Ya lo veréis. Dentro de unos años los abogados de todo el mundo condenarán este juicio. No se puede hacer un juicio sin ley."  
Joachim von Ribbentrop, 20 de noviembre de 1945
Los críticos de los juicios de Nuremberg argumentan que los cargos contra los acusados solo fueron definidos como “crímenes” después de ser cometidos, y que por lo tanto el juicio fue nulo, considerado como una especie de “justicia del vencedor” 

Muchas de las críticas a los Juicios de Nuremberg se basan en una escuela de pensamiento legal llamada positivismo legal. El Jefe de Justicia del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, Harlan Fiske Stone, llamó a los Juicios de Nuremberg un fraude:
[El fiscal en jefe de los Estados Unidos] Jackson está conduciendo su fiesta de alto grado de linchamiento en Nuremberg. No me importa lo que le haga a los nazis, pero odio ver la farsa de que está dirigiendo un tribunal y procediendo según la ley común. Esto es algo demasiado moralista, un fraude para satisfacer ideas anticuadas."
Jackson, en una carta analizando las debilidades del juicio, en octubre de 1945 contó al presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman, que los Aliados
“Han hecho o están haciendo algunas de las mismas cosas por las que están procesando a los alemanes. Los franceses están violando de tal modo la Convención de Ginebra en el trato de los prisioneros de guerra que nuestro mando está tomando de nuevo los prisioneros que les envió. Estamos procesando saqueos, y nuestros Aliados los están practicando.”
Un jurista contemporáneo alemán dijo:
"Que los acusados en Nuremberg fueran hechos responsables, condenados y castigados, parecerá a la mayoría de nosotros, en principio, una especie de justicia histórica. Sin embargo, ninguno que se tome la cuestión de la culpabilidad en serio, sobre todo los juristas serios y responsables, estará satisfechos con su sensibilidad ni debería permitírselo. La Justicia no está servida cuando las partes culpables son castigados de cualquier vieja manera, incluso si parece apropiado por su grado de culpabilidad. La Justicia solo está servida cuando el culpable es castigado de manera cuidadosa y concienzuda considerando los errores penales de acuerdo con lo dispuesto en la legislación vigente en la jurisdicción de un juez legalmente designado."
La validez del tribunal ha sido cuestionada por una variedad de razones, a saber:
  • A los acusados no les estaba permitido apelar o intervenir en la selección de jueces. A. L. Goodhart, profesor en la Universidad de Oxford, se opuso a la opinión de que, como los jueces eran nombrados por los vencedores, el Tribunal podía no ser imparcial y no ser reconocido como tribunal en el verdadero sentido. Escribió:
Atractivo como puede sonar este argumento en teoría, ignora el hecho de que va en contra de la administración de la justicia en cada país. Si fuera verdad, entonces a ningún espía se le podría dar un juicio legal, porque en ese caso es siempre escuchado por jueces representando al país enemigo. Nadie ha argumentado todavía que en esos casos fuera necesario llamar a jueces neutrales. El prisionero tiene el derecho de pedir que esos jueces sean justos, pero no que sean neutrales. Como apuntó Lord Writ, el mismo principio es aplicable a la ley de criminales comunes porque “un ladrón no se queja de estar siendo juzgado por un jurado de ciudadanos honestos”.
  • Uno de los cargos contra Wilhelm Keitel, Alfred Jodl y von Ribbentrop incluía conspiración por cometer agresión contra Polonia en 1939. Los Protocolos Secretos del Pacto Nazi-Soviético del 23 de agosto de 1939, proponía el reparto de Polonia entre alemanes y soviéticos (el cual se llevó a cabo en septiembre de 1939); no obstante, los líderes soviéticos no fueron juzgados por formar parte de la misma conspiración. En cambio, el Tribunal proclamó que los Protocolos Secretos del Pacto eran una falsificación. Además, las fuerzas Aliadas británicas y la URSS no fueron juzgadas por preparar y dirigir la invasión anglo-soviética de Irán y la Guerra de Invierno, respectivamente.
  • En 1915, Reino Unido, Francia y Rusia emitieron conjuntamente una declaración explícita, por primera vez, acusando a otro gobierno, el del Imperio otomano, de cometer un crimen de lesa humanidad. Sin embargo, estos crímenes no obtuvieron un significado específico hasta su mayor desarrollo en la “Carta de Londres”. Como la definición de lo que constituía un crimen contra la humanidad era desconocido cuando la mayoría de los crímenes se cometieron, se puede argumentar que es una ley retrospectiva.
  • El Jurado estuvo de acuerdo en eximir al mando soviético de acudir a los juicios como criminales de guerra, con objeto de ocultar los crímenes de guerra contra civiles cometidos por su ejército, y que incluían el reparto de Polonia en 1939 y el ataque a Finlandia tres meses después. Esta “petición de exclusión” fue iniciada por los soviéticos y posteriormente aprobada por la administración del jurado.
  • Los juicios se llevaron a cabo bajo sus propias "reglas de evidencia"; la defensa del “tu quoque” fue eliminada, y muchos reclamaron que el espíritu de la asamblea era únicamente “justicia del vencedor”. La Carta del Tribunal Militar Internacional permitió el uso de “evidencias” normalmente inadmisibles. El artículo 19 especificaba que “El Tribunal no estará sometido a las reglas técnicas sobre pruebas… y admitirá cualquier evidencia que estime que tiene un valor probatorio”.

El fiscal en jefe soviético presentó documentación falsa en un intento de acusar a los imputados del asesinato de miles de oficiales polacos en el bosque de Katyn, cerca de Smolensk. Sin embargo, los otros fiscales Aliados se negaron a apoyar la acusación y los abogados alemanes prometieron montar una defensa embarazosa. Ninguno fue acusado o encontrado culpable de la masacre de Katyn. En 1990,el gobierno soviético reconoció que la masacre había sido llevada a cabo, pero no por alemanes, sino por la policía secreta soviética.

Freda Utley, en su libro de 1949 titulado “El alto coste de la venganza” (en inglés, The High Cost of Vengeance") acusaba al tribunal de, entre otras cosas, medir con doble rasero. Desveló el uso de mano de obra esclava y la privación intencionada de víveres a civiles por parte de los Aliados.El personal militar estadounidense y sus esposas estaban bajo órdenes estrictas de destruir, o si no, de hacer incomestibles sus excedentes sobrantes de comida para asegurarse de que no pudieran ser aprovechadas por civiles alemanes en los territorios ocupados.

También destacó que el general Rudenko, el fiscal en jefe soviético, después de los juicios se convirtió en comandante del campo de concentración de Sachsenhausen. Tras la caída de RDA, los cuerpos de 12.500 víctimas de la era soviética serían descubiertos en el campo, en su mayoría “niños, adolescentes y personas mayores”.

Luise, la mujer de Alfred Jodl, se unió ella misma al equipo de defensa de su marido. Posteriormente entrevistada por Gitta Sereny, mientras investigaba para su biografía de Albert Speer, Luise alegó que en muchas ocasiones la fiscalía de los Aliados había lanzado acusaciones contra Jodl basadas en documentos que se negaban a compartir con la defensa. Jodl, sin embargo, demostró que algunas de las acusaciones hechas contra él eran falsas, como la de que ayudó a Hitler a ganar control sobre Alemania en 1933. En una ocasión fue ayudado por un oficinista del ejército estadounidense, que decidió dar a Luise un documento mostrando que la ejecución de un grupo de comandos británicos en Noruega había sido legítima. El militar advirtió a Luise que si no lo copiaba inmediatamente no volvería a verlo.

El principal juez soviético, Iona Nikitchenko, presidió algunas de las más notorias farsas judiciales de Iósif Stalin durante la Gran Purga de 1936 a 1938, donde entre otras cosas condenó a Kamenev y a Zinoviev. De acuerdo con los archivos soviéticos desclasificados, de 681.692 personas arrestadas por "contrarrevolucionalismo y crímenes de Estado" fueron ejecutadas en 1937 y 1938 en una media de 900 ejecuciones diarias.

El mismo Tribunal discutió fuertemente que la Carta de Londres fuera una ley “ex post facto”, señalando la existencia de acuerdos internacionales firmados por Alemania que hacían ilegales las guerras de agresión y ciertas acciones de guerra, citando el Pacto Briand-Kellogg, el Pacto de la Sociedad de Naciones (parte IX del Tratado de Versalles), y las Conferencias de la Haya.

En una editorial del periódico semanal británico “The Economist”, se criticó la hipocresía de Gran Bretaña y Francia por apoyar la expulsión de la URSS de la Sociedad de Naciones en 1939 por su ataque no provocado a Finlandia y seis años después cooperar con la URSS con respeto de igualdad en Nuremberg. También criticaba a los Aliados por su doble rasero en los Juicios de Nuremberg:
“…ni debería el mundo occidental consolarse con que los rusos son los únicos condenables en el propio Tribunal de justicia de los Aliados… entre los crímenes de lesa humanidad se encuentra la infracción de bombardeo indiscriminado sobre la población civil. ¿Pueden los estadounidenses, que lanzaron la bomba atómica, y los británicos, que destruyeron las ciudades del oeste de Alemania, declararse inocentes de este cargo? Los crímenes contra la humanidad también incluyen la expulsión masiva de poblaciones. ¿Pueden los líderes anglosajones, que en Potsdam provocaron la expulsión de millones de alemanes de sus hogares, sostener que ellos mismos son completamente inocentes…? Las naciones sentadas en el jurado se proclaman claramente exentas de la ley que han administrado.”

Efectos posteriores

El conjunto de procedimientos llevados a cabo tanto en Nuremberg como en Tokio, significaron el establecimiento de reglas básicas de persecución de criminales de guerra y la determinación de tales delitos. Dentro de estos efectos, sirve destacar que el Tribunal fijó las bases de lo que sería llamado erróneamente los Principios de Nuremberg, hoy recogido en varios aspectos en los Tribunales Internacionales para la ex Yugoslavia y Ruanda.

El principal legado de estos Tribunales Internacionales (Tokio y Nuremberg) es la Corte Penal Internacional, establecida en Roma en 1998 y que cuenta como base fundante de sus reglas de procedimiento los Estatutos de los Tribunales de Nuremberg, Tokio, ex Yugoslavia y Ruanda.

Fue de vital importancia, también, al redactarse:
  • La Convención contra el Genocidio de 1948
  • Declaración Universal de Derechos Humanos 1948
  • Convenciones de Ginebra de 1949 y sus protocolos de 1977.


Martin Bormann

Durante años se especuló con la posibilidad de que Bormann hubiese escapado de Alemania. Varias hipótesis hablan que se fugó a Sudamérica, ya que tras el fin de la guerra, tanto Chile como Argentina, Brasil y Paraguay habrían recibido a criminales nazis que huían de Europa.

El 2 de mayo, durante el asedio al Reichstag se organizó una fuga del personal del Führerbunker hacia las zonas ocupadas por el ejército estadounidense. En esta fuga iba también Erich Kempka, chófer personal de Hitler. La fila iba escoltada por tanques Tiger. Bormann iba acompañado por Ludwig Stumpfegger, médico personal de Hitler quien le suministró el cianuro a la familia Goebbels, al costado de uno de estos tanques.

Cuando estaban en la Invalidenstrasse, al norte del río Spree en Berlín, el tanque fue alcanzado por un obús ruso. Arthur Axmann, jefe de las Juventudes Hitlerianas, quien también iba en la fila detrás del tanque, vio salir a Kempka, Bormann y a Ludwig Stumpfegger golpeados por el impacto contra el tanque y proyectados hacia la vereda; después de otros dos intentos, Kempka y Axmann lograron cruzar el río Spree. Cuando el grupo llegó a la estación Lehrter, Axmann decidió seguir en la dirección contraria a la de sus compañeros. Sin embargo se encontró con el Ejército Rojo, lo que le hizo retornar sobre sus pasos. Tiempo después, Axmann aseguró haber visto al costado del camino, los cadáveres de Bormann y Stumpfegger, pero no los examinó.

El Tribunal de Nuremberg lo juzgó en ausencia y rebeldía, y fue condenado a muerte. El 7 de diciembre de 1972, aparecieron pruebas que corroboraban lo dicho por Axmann. Martin Bormann, junto a Stumpfegger y Erich Kempka, salieron de la estación del metro de Friedrichstrasse junto a una fila de tanques Tiger en dirección al puente de Weidendammer, en medio de la avenida Invalidenstrasse.

Stumpfegger se subió a grupas sobre el tanque, y lo mismo hizo Bormann, Kempka iba a pie al costado del tanque. Apenas hubieron avanzado unos 40 m, un obús ruso impactó en la torreta del tanque matando instantáneamente a Stumpfegger y a Bormann, quienes salieron despedidos al costado de la avenida cayendo muertos cerca de las líneas del ferrocarríl, Kempka quedó semiaturdido tras el tanque y pudo regresar. Nadie confirmó la muerte de estos personajes dando lugar a todo tipo de especulaciones.

En 1972, los obreros de una construcción berlinesa encontraron los restos de dos esqueletos en la avenida Invalidenstrasse, ambos esqueletos mostraban un curiosa coloración rojiza y se sospechó de Bormann y Stumpfegger por la diferencia de estatura.

Uno de ellos correspondía a un hombre corpulento y el otro a un individuo más bajo. La policía sospechó que podía tratarse de los esqueletos de Stumpfegger (medía 1.90 m de altura) y de Bormann (medía 1.68 m), comprobando el relato de Axmann.

Como parte de las investigaciones, la policía interrogó en Berlín a quien fuera dentista de Bormann, el doctor Fritz Echtmann, quien reconoció las coronas que había colocado al lugarteniente de Hitler. En 1999, a petición de la familia, se realizaron pruebas de ADN a los restos encontrados en Berlín en 1972, confirmando que eran efectivamente los de Martin Bormann, poniendo así fin al misterio.



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